Túnez: Occidente podría hundir una democracia genuina mediante una 'alternativa islámica'

Autor: Samir Amin*
Traductor: Chúo de Chuao
El profesor Samir Amin, respetado pensador, economista y escritor político, evalúa los acontecimientos en Túnez con la Revista Aydinlik. También le pedimos a Samir Amin su opinión sobre la visita de Hu Jintao a Estados Unidos y la política actual de China. Presentamos un amplio resumen de la entrevista con Amin, quien respondió nuestras preguntas desde Dakar por teléfono.


MOVIMIENTO POPULARAYDINLIK: ¿Cómo interpreta al movimiento en Túnez?

SAMIR AMIN: Los eventos de Túnez deben interpretarse como un levantamiento popular muy poderoso, un levantamiento general. Aproximadamente 80% de la población del país en muchas áreas, incluyendo la capital, estuvo en las calles durante 45 días y continúan afuera. Realizaron sus protestas a pesar de la represión y no se rindieron. Este movimiento tiene dimensiones políticas, sociales y económicas. El régimen de Ben Ali era uno de los más represivos en el mundo. Miles de personas en Túnez fueron asesinadas, arrestadas y torturadas, pero el mejor amigo de las potencias occidentales nunca dio a conocer estos hechos. El pueblo tunecino quiere de democracia y el respeto a sus derechos.

También influyeron factores económicos y sociales en el levantamiento popular. El país experimenta un rápido incremento del desempleo, particularmente en los jóvenes, incluyendo jóvenes con estudios. El nivel de vida de la mayoría de la población está disminuyendo, a pesar del crecimiento del PNB elogiado por el Banco Mundial y las agencias internacionales. La creciente desigualdad lo explica. La influencia de las organizaciones tipo mafia también es otro factor importante. El sistema estaba administrado prácticamente en beneficio exclusivo de la familia de Ben Ali y su organización.

Existe otro aspecto del movimiento que es muy interesante. La influencia islámica no fue efectiva en el levantamiento. Túnez es verdaderamente un país laico. Las personas han logrado separar la religión y la política. Esto es muy importante y positivo. Se decía que Ben Ali protegía al país contra los musulmanes fundamentalistas. Él utilizó este argumento con mucha eficacia durante muchos años. De hecho, no era Ben Ali, sino el pueblo el que protegía al país contra los fundamentalistas.

El hecho de que el ejército no estaba contra el pueblo le dio cierta fuerza a éste en las calles. El gobierno de Ben Ali canalizaba ayuda financiera y apoyo a la policía, no al ejército. Esto explica por qué la policía desempeñó un papel tan importante en la supresión de los eventos en el pasado.


NO ES FÁCIL ESTABLECER UN RÉGIMEN LAICO Y DEMOCRÁTICO EN TÚNEZAYDINLIK: ¿Quién o qué potencia dirige este movimiento?

AMIN: Quiero enfatizar nuevamente que este movimiento no pertenece a un grupo de personas en particular. Es un movimiento general popular. No hay países con grupos extranjeros atrás. Su presencia es social. Sin embargo, debe decirse que las potencias occidentales intentarán crear una alternativa islámica e intentarán apoyar un movimiento de este tipo con objeto de evitar una alternativa verdaderamente democrática. Ya han comenzado a hacerlo, reintroduciendo en el país el lenguaje de ‘Arabia Saudita’ como lo han notado algunos comentaristas del pueblo tunecino.

Es muy difícil intentar adivinar qué le depara el futuro al país. Seguro que el establecimiento de un régimen laico y democrático no es fácil. Suponiendo el mejor escenario – es decir, un gobierno democrático apoyado por el pueblo – (lo que no está garantizado, por supuesto), tal gobierno será confrontado con el desafío económico y social: ¿Cómo asociar esta democratización de la administración política con progreso social? No es fácil. El ‘éxito’ de Túnez se basó un tiempo en tres pilares: el traslado de algunas industrias ligeras provenientes de Europa, turismo, e inmigración masiva a Libia y Europa. Ahora esos tres canales han llegado a su techo y comienzan a invertirse. ¿Mediante qué macropolítica podrían reemplazarse? No es fácil imaginar para un pequeño país, vulnerable y con pocos recursos (¡sin petróleo!). La solidaridad y la cooperación Sur-Sur pudiesen volverse vitales para una alternativa. Las potencias occidentales harán todo lo que puedan para tener un régimen democrático sin éxito en este aspecto, y por lo tanto crearán condiciones favorables para una falsa ‘alternativa islámica’, definida como ‘moderada’.


CHINA NUNCA RENUNCIA A SUS POLÍTICASAYDINLIK: El presidente de China Hu Jintao se reunió con Obama en Washington. Antes de ir a Estados Unidos, Hu Jintao dijo que el ‘sistema dominado por el dólar es producto del pasado’. ¿Qué opina?

AMIN: China puede sonreírles a los estadounidenses, pero nunca comprometerá sus políticas. El ganador de la reunión Hu Jintao-Obama fue Hu Jintao, como se esperaba. China no realizó ninguna concesión con respecto a un manejo independiente de su moneda, el yuan. La esperanza de vida del dólar que rige al sistema monetario internacional llegará a su fin, tarde o temprano. Los chinos están al tanto de esto. Por el momento, China no sugiere la creación de otra moneda global alternativa (los chinos comprenden que esto no se encuentra maduro y que, por ende, es una ilusión). China está concentrada por el momento en desarrollar alianzas regionales relativamente libres e independientes. China luchará por tales posibles respuestas realistas al desafío: reforzar los acuerdos regionales en Asia y Latinoamérica, no a nivel global.

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Cortesía de: Samir Amin
Fuente: http://pambazuka.org/en/category/features/70446
Fecha de publicación del artículo original: 27/01/2011

* El profesor Samir Amin (nacido en Egipto, y actualmente viviendo en Dakar) es un respetado pensador, economista y escritor político. También es director del Foro del Tercer Mundo y presidente del Foro Mundial de las Alternativas.

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