La jaula de oro
Es una visión cruda del infierno que padecen los inmigrantes ilegales centroamericanos y mexicanos al cruzar México en su intento por llegar a EUA.
3 muchachos guatemaltecos salen de su país con el objetivo de trabajar en EUA y olvidarse de la pobreza, pero en México se les integra uno más. Uno de ellos es una chica, que debe tomar anticonceptivos para no quedar embarazada, recoger su cabello, usar ropa de varón: en suma, ocultar su identidad para tener mayor esperanza de sobrevivencia.
En el primer intento son detenidos por las corruptas autoridades mexicanas, que los golpean y les roban sus pertenencias. En Guatemala, uno de ellos se queda y el resto reintenta el viaje. Cruzan el sureste mexicano, donde también hay bandas criminales que secuestran a las mujeres para prostituirlas y a los varones para integrarlos a los escalones más bajos de la pirámide criminal o para extorsionarlos. Como vemos, el peligro no sólo consiste en ser mutilado por el tren, llamado "La bestia", que cruza el territorio mexicano, sino sortear al crimen con y sin uniforme que abundan en México.
Sara, la chica, es secuestrada y no se sabe más de ella en la película. Juan y Chauk, un joven tzotzil, se hermanan luego de que el primero no quería aceptarlo en su grupo. Lo que hace el director con Chauk es un lindo homenaje a la sabiduría milenaria de nuestros pueblos indios: a pesar de ser humillado inicialmente por Juan, Chauk comparte sus alimentos, le enseña a matar una gallina para alimentar al grupo, le cura una herida tras la agresión cuando pierde el conocimiento.
Otro gran detalle de Quemada es incluir en la película a ese gran sacerdote que es el Padre Alejandro Solalinde, quien en sentido contrario al catolicismo oficial mexicano, apoya abiertamente a los inmigrantes con alimentos y alojamiento en el albergue "Hermanos en el Camino". No es fácil lo que hace Solalinde, pues ha recibido varias amenazas de los grupos criminales que se benefician de los delitos contra los inmigrantes en su paso por México en esta etapa, la de mayor putrefacción social en nuestro país en décadas. ¡Bien por los mexicanos que regalan comida al paso del tren!
Después de muchos esfuerzos, Chauk y Juan llegan a la frontera de México con EUA y logran cruzar a cambio de pasar unas mochilas, presumiblemente con droga. Son abandonados y comienzan a caminar, hasta que un racista francotirador asesina a Chauk. Me acordé de aquella traductora uruguaya que festejó la formación de esos grupos paramilitares....
Juan logra el objetivo y consigue trabajo en una empacadora de carne de California. En esta historia de solidaridad y miseria humanas, la mirada final de Juan hacia el poste de luz en la noche, durante la nevada, vincula al recuerdo de él y Chauk mirando un trenecito de juguete bajo nieve artificial.
Es una vergüenza la sumisión del estado mexicano a la política migratoria de Washington pues criminaliza a todos los centroamericanos.
5 de 5 palomitas posibles a esta obra del 2013 del director español Diego Quemada-Diez, quien ya lleva años viviendo en México. Arrasó con los Arieles, el máximo premio del cine mexicano, en 2014, incluyendo el premio a la mejor película. Brandón López hace el papel de Juan, Karen Martínez interpreta a Sara y Rodolfo Domínguez actúa como Chauk.
¡Todas mis bendiciones para el padre Solalinde por ilustrar con acciones la palabra de Cristo!
Vi la película en la Cineteca Nacional, pero está también en Youtube:
https://www.youtube.com/watch?v=kAgtzjY6D1g
3 muchachos guatemaltecos salen de su país con el objetivo de trabajar en EUA y olvidarse de la pobreza, pero en México se les integra uno más. Uno de ellos es una chica, que debe tomar anticonceptivos para no quedar embarazada, recoger su cabello, usar ropa de varón: en suma, ocultar su identidad para tener mayor esperanza de sobrevivencia.
En el primer intento son detenidos por las corruptas autoridades mexicanas, que los golpean y les roban sus pertenencias. En Guatemala, uno de ellos se queda y el resto reintenta el viaje. Cruzan el sureste mexicano, donde también hay bandas criminales que secuestran a las mujeres para prostituirlas y a los varones para integrarlos a los escalones más bajos de la pirámide criminal o para extorsionarlos. Como vemos, el peligro no sólo consiste en ser mutilado por el tren, llamado "La bestia", que cruza el territorio mexicano, sino sortear al crimen con y sin uniforme que abundan en México.
Sara, la chica, es secuestrada y no se sabe más de ella en la película. Juan y Chauk, un joven tzotzil, se hermanan luego de que el primero no quería aceptarlo en su grupo. Lo que hace el director con Chauk es un lindo homenaje a la sabiduría milenaria de nuestros pueblos indios: a pesar de ser humillado inicialmente por Juan, Chauk comparte sus alimentos, le enseña a matar una gallina para alimentar al grupo, le cura una herida tras la agresión cuando pierde el conocimiento.
Otro gran detalle de Quemada es incluir en la película a ese gran sacerdote que es el Padre Alejandro Solalinde, quien en sentido contrario al catolicismo oficial mexicano, apoya abiertamente a los inmigrantes con alimentos y alojamiento en el albergue "Hermanos en el Camino". No es fácil lo que hace Solalinde, pues ha recibido varias amenazas de los grupos criminales que se benefician de los delitos contra los inmigrantes en su paso por México en esta etapa, la de mayor putrefacción social en nuestro país en décadas. ¡Bien por los mexicanos que regalan comida al paso del tren!
Después de muchos esfuerzos, Chauk y Juan llegan a la frontera de México con EUA y logran cruzar a cambio de pasar unas mochilas, presumiblemente con droga. Son abandonados y comienzan a caminar, hasta que un racista francotirador asesina a Chauk. Me acordé de aquella traductora uruguaya que festejó la formación de esos grupos paramilitares....
Juan logra el objetivo y consigue trabajo en una empacadora de carne de California. En esta historia de solidaridad y miseria humanas, la mirada final de Juan hacia el poste de luz en la noche, durante la nevada, vincula al recuerdo de él y Chauk mirando un trenecito de juguete bajo nieve artificial.
Es una vergüenza la sumisión del estado mexicano a la política migratoria de Washington pues criminaliza a todos los centroamericanos.
5 de 5 palomitas posibles a esta obra del 2013 del director español Diego Quemada-Diez, quien ya lleva años viviendo en México. Arrasó con los Arieles, el máximo premio del cine mexicano, en 2014, incluyendo el premio a la mejor película. Brandón López hace el papel de Juan, Karen Martínez interpreta a Sara y Rodolfo Domínguez actúa como Chauk.
¡Todas mis bendiciones para el padre Solalinde por ilustrar con acciones la palabra de Cristo!
Vi la película en la Cineteca Nacional, pero está también en Youtube:
https://www.youtube.com/watch?v=kAgtzjY6D1g
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