Captain Phillips - Capitán Phillips
Puedo definir esta película como totalmente previsible respecto a lo que hace Hollywood para lavarle el rostro al militarismo.
Esta vez usa el tema de los piratas somalíes para recalcarnos cuán bueno es el llamado mundo libre en su defensa del comercio mundial. Tom Hanks interpreta al personaje que da título a la película, Richard Phillips, capitán de un barco de bandera estadounidense que es asaltado en aguas internacionales frente a Somalia.
Quizá lo más movido de la película es la organización y ejecución del operativo de abordaje al barco, pero, tratándose de una producción de la corriente más comercial del cine, omite varios hechos fundamentales en su afán de exaltar un estilo hegemónico de vida. ¿Por qué no apegarse más a la realidad y representar que en varios casos los secuestradores han logrado cobrar el rescate?
Muy tímidamente se hace una leve crítica al despojo que Occidente realiza contra Somalia. Phillips le pregunta al pirata por qué no se dedican a pescar y éste le responde que son los grandes barcos quienes han acabado con la pesca. En la película se oculta otro dato significativo como es el vertido de residuos tóxicos por años. ( http://www.voltairenet.org/article170265.html )
El desprecio hacia otros pueblos queda de manifiesto cuando el guionista escribió la escena de abordaje de los piratas a la cabina de mando. Phillips le ofrece 30,000 USD al líder de los piratas y éste le replica: "¿Acaso parezco mendigo?" De haber sido mexicano, el pirata le habría espetado un: "Chale, güey, ni para el pinche refresco". El carácter chantajista de la película se observa cuando el capitán secuestrado, herido, lastimado, cansado, flaco, ojeroso y sin ilusiones, saca fuerzas del más allá para curar a uno de los piratas lastimado del pie. ¿No es enorme este pedazo de hipocresía? Contaminan al mundo y a pesar de que unos famélicos delincuentes lo agreden, muestra una nobleza que sólo Jesucristo podría reproducir.
Da alguna manera, el militarismo estadounidense tenía que sacarse la espina por su operativo fallido en Somalia en 1993 donde 18 de sus soldados murieron en Mogadishu.
Le asigno 1.5 palomitas de 5 posibles a esta película de 2013 del director Paul Greengrass, conocido por la saga de The Bourne Supremacy. Creo que no veía algo tan tramposo desde que la soldada Bigelow hizo una apología del genocidio en Iraq en su filme The Hurt Locker (En tierra hostil).
Ah, sí, seguro en tu diario y/o noticiario preferido dirán que es emocionante, excitante, fascinante...pero no delirante. Críticas ramplonas para un público soso, sin duda. Que les den.
Esta vez usa el tema de los piratas somalíes para recalcarnos cuán bueno es el llamado mundo libre en su defensa del comercio mundial. Tom Hanks interpreta al personaje que da título a la película, Richard Phillips, capitán de un barco de bandera estadounidense que es asaltado en aguas internacionales frente a Somalia.
Quizá lo más movido de la película es la organización y ejecución del operativo de abordaje al barco, pero, tratándose de una producción de la corriente más comercial del cine, omite varios hechos fundamentales en su afán de exaltar un estilo hegemónico de vida. ¿Por qué no apegarse más a la realidad y representar que en varios casos los secuestradores han logrado cobrar el rescate?
Muy tímidamente se hace una leve crítica al despojo que Occidente realiza contra Somalia. Phillips le pregunta al pirata por qué no se dedican a pescar y éste le responde que son los grandes barcos quienes han acabado con la pesca. En la película se oculta otro dato significativo como es el vertido de residuos tóxicos por años. ( http://www.voltairenet.org/article170265.html )
El desprecio hacia otros pueblos queda de manifiesto cuando el guionista escribió la escena de abordaje de los piratas a la cabina de mando. Phillips le ofrece 30,000 USD al líder de los piratas y éste le replica: "¿Acaso parezco mendigo?" De haber sido mexicano, el pirata le habría espetado un: "Chale, güey, ni para el pinche refresco". El carácter chantajista de la película se observa cuando el capitán secuestrado, herido, lastimado, cansado, flaco, ojeroso y sin ilusiones, saca fuerzas del más allá para curar a uno de los piratas lastimado del pie. ¿No es enorme este pedazo de hipocresía? Contaminan al mundo y a pesar de que unos famélicos delincuentes lo agreden, muestra una nobleza que sólo Jesucristo podría reproducir.
Da alguna manera, el militarismo estadounidense tenía que sacarse la espina por su operativo fallido en Somalia en 1993 donde 18 de sus soldados murieron en Mogadishu.
Le asigno 1.5 palomitas de 5 posibles a esta película de 2013 del director Paul Greengrass, conocido por la saga de The Bourne Supremacy. Creo que no veía algo tan tramposo desde que la soldada Bigelow hizo una apología del genocidio en Iraq en su filme The Hurt Locker (En tierra hostil).
Ah, sí, seguro en tu diario y/o noticiario preferido dirán que es emocionante, excitante, fascinante...pero no delirante. Críticas ramplonas para un público soso, sin duda. Que les den.
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