Bala mordida

Es una película mexicana del 2010 que narra una historia sobre la corrupción de la policía mexicana, enfocándose en un sector policial del DF.

La representación que Damián Alcázar hace del comandante es genial, perfecta: los lentes oscuros, su comportamiento prepotente en una oficina destartalada, su alto nivel de corrupción, el bigote, etc. Para mí, el michoacano es el mejor actor de México, muy por arriba de Gael García y Diego Luna. Le acompaña Miguel Rodarte haciendo el papel de Hernández. Quienes siguen el cine mexicano, inevitablemente relacionarán al comandante representado por Alcázar con los papeles que este actor ha hecho en "La ley de Herodes" y "El infierno".

Siendo México uno de los países más corruptos del mundo, y en medio de un nivel de violencia sin comparación, la película gira en torno a la baja calidad de unos chalecos antibalas. En diversos operativos, los policías son heridos por el material de mala calidad de los chalecos y aún así deben pagar por ellos. Todo es comprable, desde una pistola hasta un cargo y la cadena de corrupción se extiende desde senadores hasta policías de crucero. Se requerirá saber caló mexicano para comprender infinidad de palabras utilizadas en México: tira (policía), ¡no mames! (¡no te pases de listo!), ¡vete a la verga! (¡andate a la mierda!), etc.

El final es muy bueno: se aprecia el ascenso a comandante de sector de aquel policía que vivía en condiciones miserables, Hernández. Hace recordar al pepenador de basura al inicio de "La Ley de Herodes", que termina ascendido a un alto cargo político. El título es corto y contudenente porque "bala" hace referencia a pistolas y "mordida" es el nombre que en México se usa para denominar a las coimas.

Creo que en términos generales se representan fielmente las coimas, pero en honor a la verdad no es la policía del DF la que registra los niveles más altos de corrupción. Muestra también las injusticias dentro de la corporción porque suele premiarse a quien no lo merece, solo por amistad o convenios, en detrimento de quienes sí luchan contra el crimen.

Hay algunas escenas que serían de risa si no fuesen tan trágicas como cuando los policías van bebiendo tequila en la patrulla y se agarran a madrazos (golpes) en lo que parece ser Av. Oceanía, al oriente del DF. "Somos un baluarte de la sociedad" :) jajajajaja Los uniformes y patrullas utilizadas son prácticamente los mismos que se usan en la vida verdadera, no sé si los simularon perfectamente o los pidieron prestados.

Damián Alcázar, por mucho, es más chingón (mejor) que Brad Pitt. Uno no siente otra cosa que repugnancia por el corrupto comandante, indolente hasta cuando le hacen una manifestación en el sector de policía.

El director es Diego Muñoz y le asigno a esta película unas 3.5 palomitas de 5 posibles.

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