La nana
Ojalá que el pueblo chileno nunca deje de hablar en chileno. Me encanta cómo lo hace:
- cachai
- no te metai
- sei
- la mamá se hace la huevona
- el concha'e su mare ese
- la letra p suavizada, como si fuese b
- súber bonita, wón (cómo huevón, pero dicho rápidamente)
- el uso de un artículo antes del nombre, p. ej: la Raque, el Luca, la Luci
Me encanta. Bueno, ¡al toro!
No sé quién carajos sea Sebastián Silva ni qué desayuna o qué fuma. Lo que sí sé es que en La nana representó la grandeza y miseria humanas de manera fiel. Lo hizo sin monstruos mutantes, carros voladores, rubias con nalgas despampantes. Toda la película se filma en una casa y supongo que le salió barata en comparación con la de Titanic.
Trata sobre la vida de una trabajadora doméstica chilena que trabaja en una familia con papá, mamá, hijas e hijos. Raquel, la nana, lleva más de 20 años trabajando en la misma casa y el cansancio comienza a pasarle la facur. Raquel ya se siente parte de la familia y cotidianamente actúa de manera soberbia, excediéndose en lo que son sus funciones. La familia tiene detalles: le preparan su torta de cumpleaños, le tienen mucha paciencia, etc.
La película podría considerarse un homenaje para todas esas mujeres, y digo mujeres porque no he sabido de casos de vaones, quienes hacen labores heróicas en millones de casas en el mundo: hacen desayunos, visten a los niños, barren, pulen el piso, quitan el polvo, cocinan para la hora de la comida, hacen las camas, van por los niños a la escuela, a veces hasta las ponen a ayudar a hacer las tareas, etc.
Hay otra escena donde no sé si el director también lo hace con intención o le sale así sin darse cuenta. ¿Chilenas trabajando en Perú como domésticas? No sé, pero supongo que hay tantas como USAmericanas haciendo el mismo trabajo en México, es decir, un número cercano a cero. ¿Mexicanas trabajando en USAmérica? Muchas. ¿Peruanas trabajando en Chile? Debe haber varias, muchas, un número lejano al cero.
El director toca el tema del inmigración Perú a Chile con el ejemplo de la Mercedes, la ayudante de la nana, la Raquel, contratada para ayudarle. La Raquel la ve como una competidora y le hace la vida imposible: desinfecta la bañera cada vez que la peruana se baña, la encierra, le habla golpeado, aquí no estás en Perú, en fin, guerra sicológica hasta que la revienta y renuncia.
Después le contratan a una segunda ayudanta. Esta vez es una chilena que le lleva más de 20 años, curtida, pero también la revienta cuando se agarran a coñazos. Finalmente, le contratan a una tercera ayudanta, la Luci, a quien también le hace la guerra sicológica pero terminan llevándose bien, compartiendo navidades y siendo amigas. La Luci es bastante original: canta La bikina al bañarse, se asolea en el patio con las tetas al aire, sale a correr, etc. Es diferente a las anteriores domésticas. Un día la Luci avisa que dejará de trabajar y la Raquel entristece pero al final lo asimila.
Muchas de las escenas de la película probablemente las hemos vivido en nuestra respectivas familias: pleitos de hermanos, barullo en la mesa, celos entre las domésticas, domésticas que quieren regir como si fuesen la dueña de la casa, el trabajo no siempre reconocido de las domésticas, el adolescente que mancha las piyamas y se las tienen que lavar a diario, etc.
El final está bueno. La Raquel sale a trotar, pareciese que es la primera vez en su vida. Esta escena es el resumen de la película, porque el modo de trotar se puede relacionar con su propia personalidad. Pasa de ser una persona cerrada y paranóica a ser una persona más abierta y agradable; así, su trote pasa de ser torpe y lento a ser normal y natural.
Ojalá que nadie putée la película en Chile porque, al ser ya una obra de arte, no necesita al óscar. En todo caso el óscar (y su pinche letrita R de derechos reservados) es la que necesita de este tipo de obras.
En cuanto al director, ojalá que siga desayunando y fumando lo del diario..... 4.97 palomitas de 5 posibles Demasiado buena, es el tipo de película que nos absorbe.
Besos.
- cachai
- no te metai
- sei
- la mamá se hace la huevona
- el concha'e su mare ese
- la letra p suavizada, como si fuese b
- súber bonita, wón (cómo huevón, pero dicho rápidamente)
- el uso de un artículo antes del nombre, p. ej: la Raque, el Luca, la Luci
Me encanta. Bueno, ¡al toro!
No sé quién carajos sea Sebastián Silva ni qué desayuna o qué fuma. Lo que sí sé es que en La nana representó la grandeza y miseria humanas de manera fiel. Lo hizo sin monstruos mutantes, carros voladores, rubias con nalgas despampantes. Toda la película se filma en una casa y supongo que le salió barata en comparación con la de Titanic.
Trata sobre la vida de una trabajadora doméstica chilena que trabaja en una familia con papá, mamá, hijas e hijos. Raquel, la nana, lleva más de 20 años trabajando en la misma casa y el cansancio comienza a pasarle la facur. Raquel ya se siente parte de la familia y cotidianamente actúa de manera soberbia, excediéndose en lo que son sus funciones. La familia tiene detalles: le preparan su torta de cumpleaños, le tienen mucha paciencia, etc.
La película podría considerarse un homenaje para todas esas mujeres, y digo mujeres porque no he sabido de casos de vaones, quienes hacen labores heróicas en millones de casas en el mundo: hacen desayunos, visten a los niños, barren, pulen el piso, quitan el polvo, cocinan para la hora de la comida, hacen las camas, van por los niños a la escuela, a veces hasta las ponen a ayudar a hacer las tareas, etc.
Hay otra escena donde no sé si el director también lo hace con intención o le sale así sin darse cuenta. ¿Chilenas trabajando en Perú como domésticas? No sé, pero supongo que hay tantas como USAmericanas haciendo el mismo trabajo en México, es decir, un número cercano a cero. ¿Mexicanas trabajando en USAmérica? Muchas. ¿Peruanas trabajando en Chile? Debe haber varias, muchas, un número lejano al cero.
El director toca el tema del inmigración Perú a Chile con el ejemplo de la Mercedes, la ayudante de la nana, la Raquel, contratada para ayudarle. La Raquel la ve como una competidora y le hace la vida imposible: desinfecta la bañera cada vez que la peruana se baña, la encierra, le habla golpeado, aquí no estás en Perú, en fin, guerra sicológica hasta que la revienta y renuncia.
Después le contratan a una segunda ayudanta. Esta vez es una chilena que le lleva más de 20 años, curtida, pero también la revienta cuando se agarran a coñazos. Finalmente, le contratan a una tercera ayudanta, la Luci, a quien también le hace la guerra sicológica pero terminan llevándose bien, compartiendo navidades y siendo amigas. La Luci es bastante original: canta La bikina al bañarse, se asolea en el patio con las tetas al aire, sale a correr, etc. Es diferente a las anteriores domésticas. Un día la Luci avisa que dejará de trabajar y la Raquel entristece pero al final lo asimila.
Muchas de las escenas de la película probablemente las hemos vivido en nuestra respectivas familias: pleitos de hermanos, barullo en la mesa, celos entre las domésticas, domésticas que quieren regir como si fuesen la dueña de la casa, el trabajo no siempre reconocido de las domésticas, el adolescente que mancha las piyamas y se las tienen que lavar a diario, etc.
El final está bueno. La Raquel sale a trotar, pareciese que es la primera vez en su vida. Esta escena es el resumen de la película, porque el modo de trotar se puede relacionar con su propia personalidad. Pasa de ser una persona cerrada y paranóica a ser una persona más abierta y agradable; así, su trote pasa de ser torpe y lento a ser normal y natural.
Ojalá que nadie putée la película en Chile porque, al ser ya una obra de arte, no necesita al óscar. En todo caso el óscar (y su pinche letrita R de derechos reservados) es la que necesita de este tipo de obras.
En cuanto al director, ojalá que siga desayunando y fumando lo del diario..... 4.97 palomitas de 5 posibles Demasiado buena, es el tipo de película que nos absorbe.
Besos.
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