"¡Que viva México!", de Luis Estrada.

 Esto es por la clase social a la que pertenecemos, no tiene que ver con el país donde nacimos. Esa es la diferencia entre el genio británico Ken Loach y un mortal genérico como el mexicano Luis Estrada.

Si bien "¡Que viva México!" se trata de un filme de humor negro o sátira, considero que denigra a México porque se enfoca sólo en la negatividad. Un juicio puede debe emitirse tras el análisis de una situación: los pros, los contras, ventajas, desventajas, lo bueno, lo malo, los campos a mejorar, etc., pero acá todo va de mal en peor, definiendo un México 🇲🇽 sin colores, ni bondad ni esperanza. Abundan el clasismo, el racismo, el machismo, burlas a las personas tras, apología de la prostitución, falsedad religiosa, valores totalmente degradados. De paso, las 3 horas de duración la hacen muy larga en escenas innecesarias: cuando el patriarca exhibe la miseria humana y defectos de cada integrante de la familia. El final es un homenaje a la mediocridad y al conformismo.

El director, Luis Estrada, se moría de ganas porque el gobierno censurase la película o dificultase la exhibición de la misma como sucedió en 1999 con "La ley de Herodes", bajo el sexenio de Ernesto Zedillo. Nada de eso sucedió, pero igualmente se victimizó durante y después de las grabaciones contra el gobierno de López Obrador. ¿Tanto les duele el fin de los fideicomisos al cine? 🙂 Que se hable de ello y también de los despilfarros en esa industria. El ardor de Estrada no para mediante sus personajes:

- "ya ves que el gobierno dice que somos fifís y conservadores".

- "según el pueblo bueno".

- "el gobierno dice que se acabó la corrupción".

Sucede que Estrada se estancó en un mismo tema, sin evolucionar como lo hicieron sus commatriotas Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu; tampoco tiene la genialidad de la obra de Ripstein. Se trata solo de un director que hace filmes con los mismos temas de 20 años: palabrotas, recursos fáciles para la carcajada, cero análisis equilibrados, negatividad absoluta.

Actores y actrices hacen su trabajo muy bien, la locación es adecuada para la historia de una familia miserable que se disputa una herencia, misma que se les va como agua entre las manos por diversos errores y sobrada avaricia. "Entretiene" porque retrata UNA PARTE MÍNIMA de la mexicanidad, mas fastidia y empalaga porque dicha parte NO NOS REPRESENTA como pueblo. No, no somos así, México es un país lleno de contrastes, con más gente buena que mala, con más solidaridad que complicidad.

Quienes sepan algo de cine de arte identificarán rápido algunas cosas:

- la película es un calco malo de aquella italiana "Sporchi, brutti e cattivi" ("Sucios, feos y malos") con la que Ettore Scola obtuvo el premio al Mejor Director en Cannes allá por los años 1970.

- no logra la grandeza de "Los olvidados" con las que Luis Buñuel ganó el mismo premio en los años 1950.

- el título es una copia al carbón de aquella película inconclusa con la que el soviético Serguéi Eisenstein homenajeaba la belleza cultural mexicana desde tiempos prehispánicos hasta la Revolución Mexicana.

- usar a Damián Alcázar para hacer 3 papeles es una copia de lo que hizo Pedro Infante en "Los tres huastecos" 75 años antes.

Estrada glorifica lo peor del ser humano y la parte podrida de nuestra sociedad, sin valorar la nobleza y esfuerzo con los que millones de mexicanEs mejoran sus vidas día a día. En suma, nada "mejor" que esta película para fortalecer las posturas imperialistas yanquis con las que Trump usa el término "
shithole": baste recordar las palabras del minero gringo al final del filme.

Luis Estrada te deja una depresión enorme; Ken Loach te habla de este cruel mundo, pero te regala caricias al alma con su solidaridad humana. Esa es la diferencia entre cine comercial y el cine por/para la gente.

191 minutos filmados en 2022.

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