The complete I-Ching: The definitve translation from the Taoist Master Alfred Huang
La ancentral sabiduría china se vierte en este oráculo compuesto por 64 ideogramas o guas, de los cuales 30 integran el cánon superior y 34 el cánon inferior. Es una delicia leer el significado de los mismos porque se aprenden conceptos del idioma chino que identifican pasajes culturales de ese pueblo oriental. Cada ideograma se asocia a un hexagrama, 6 líneas horizontales continuas o discontinuas, que hacen referencia al ying y al yang. Para quienes gustan de los idiomas, se hace una descripción de los caracteres chinos que los representan y las mutaciones que puede tener el hexagrama al alterar el valor de cada una de las 6 líneas que componen el gua: de ying a yang y viceversa.
El libro se divide básicamente en 64 capítulos cortos, destinado a cada uno de los 64 guas. Así, el autor describe los guas vinculándolos a pasajes históricos de la antigua China, en particular al periodo de gobierno de la dinastía Shing, sin olvidar el componente relacionado a elementos de la naturaleza. La observación y aprendizaje milenarios de los chinos se perciben al leer cómo los expertos en el I-Ching asignaban un gua a los cambios que las estaciones ejercían en el campo y la vida de la gente.
Se habla mucho del rey Wen de la dinastía Shin porque fue un asiduo usuario del I-Ching, que solía consultarlo y aplicarlo en su vida diaria y gobierno. Para occidente, el I-Ching puede significar poco, pero no debemos olvidar que para el pueblo chino es lo que la Biblia para los cristianos. Es impresionante porque l I-Ching ya existía 2000 años antes de Confucio y fue este filósofo quien añadió comentarios a cada gua, los cuales se han preservado hasta la actualidad.
Le asigno unas 5 estrellas de 5 posibles a este libro de 539 páginas publicado por Inner Traditions International.
Autor: Alfred Huang
El libro se divide básicamente en 64 capítulos cortos, destinado a cada uno de los 64 guas. Así, el autor describe los guas vinculándolos a pasajes históricos de la antigua China, en particular al periodo de gobierno de la dinastía Shing, sin olvidar el componente relacionado a elementos de la naturaleza. La observación y aprendizaje milenarios de los chinos se perciben al leer cómo los expertos en el I-Ching asignaban un gua a los cambios que las estaciones ejercían en el campo y la vida de la gente.
Se habla mucho del rey Wen de la dinastía Shin porque fue un asiduo usuario del I-Ching, que solía consultarlo y aplicarlo en su vida diaria y gobierno. Para occidente, el I-Ching puede significar poco, pero no debemos olvidar que para el pueblo chino es lo que la Biblia para los cristianos. Es impresionante porque l I-Ching ya existía 2000 años antes de Confucio y fue este filósofo quien añadió comentarios a cada gua, los cuales se han preservado hasta la actualidad.
Le asigno unas 5 estrellas de 5 posibles a este libro de 539 páginas publicado por Inner Traditions International.
Autor: Alfred Huang
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