"Los 18 mejores cuentos que leí cuando era niño", de Abel Carvajal.
Este tipo de obras llegaron a mis manos a finales de los años 1970, cuando aprendí a leer. Algunos me parecían muy emocionantes, porque dejaban una enseñanza para ser una buena persona en la vida. Sin embargo, años después creo que hay características que no me agradan como ese talante misógino y promonarquía: siempre hay reinos, reyes, princesas. Casi nunca hay sublevaciones ni juicios populares a los reyes. ¿No son cuentos así los que van amansando a la población? Es un libro breve enfocado en el público infantil.