¡Llegaron!


El escritor colombiano Fernando Vallejo nos cuenta cómo era la ciudad de Medellín a mediados del siglo XX. Para ello recurre a representar vivencias familiares que son muy típicas en la Latinoamérica de esos años: familias grandes que paseaban en autos lentos, las casas de campo de los abuelos, las vacas pastando en lo que habría de ser posteriormente una ciudad de edificios, etc. Es divertido leer el modo en que describe el caos de voces mezcladas cuando conviven tantos familiares en un espacio pequeño y más con tanta gala de colombianismos. "¡Llegaron!" era la expresión de la gente mayor en la familia cuando arribaba ese huracán de niños a la quinta donde pasaban la vacaciones.


Hace una crítica social a ese desorden que abunda en nuestro continente, a las maneras de hacer política en Colombia y prácticamente en cualquier otro país latinoamericano.


Sin embargo, hay algo a lo que no adhiero en la obra de Vallejo, porque no es la primera vez que lo hace. Esa característica suya la reproduce en otros libros. Se trata de un vendaval de insultos no sólo contra la Iglesia Católica en su forma institucional sino contra Jesucristo mismo porque le asigna cualquier clase de apodos. Lo mismo ataca a iconos religiosos que a personas que han sido agredidas por el fundamentalismo como la chica paquistaní Malala. Los machistas, los sexistas, los fundamentalistas disfrutan eso. "¿Ya vieron, muchachos? Nos aplaude un escritor colombiano".

Y todo esto lo escribo sin sentirme muy católico que digamos, pero abrevé del cristianismo que vi en casa desde pequeño. No puedo estar de acuerdo con los comentarios sexistas que Vallejo que vierte mediante sus personajes. ¿Acaso no es así también él en las entrevistas?

Vallejo tiene obras crudas y buenas como "La Virgen de los sicarios", que fue llevada al cine en una cinta del mismo nombre. Sin embargo, ¿no se siente algo sobrevalorado? En honor a la verdad, 2 o 3 frases del escritor Emil Cioran son más contundentes que toda la obra del colombiano

171 páginas publicadas por Editorial Alfaguara.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Flores en tu habitación

Guaguarón

¿Jitomate, gitomate, xitomate?