"Bardo: Falsa crónica de unas cuantas verdades".

 

Creo que es la película con menos acción de González Iñárritu. En lugar de golpes, perros, balazos y mentadas de madre, hay un exceso de imágenes oníricas relacionadas con la mexicanidad y temas familiares a resolver por un periodista mexicano llamado Silverio Gama, quien regresa a su país para recibir un premio. Son muchas las referencias autobiográficas al propio director. 

Inicia con una recreación circense de la toma yanqui de Cd. de México en 1847: "Pudimos convertir una derrota histórica en una victoria épica". 

Me quedo con escenas insuperables que definen buena parte de lo que ocurre en México; palabras más o menos así:  

- "Tuve que irme de aquí y alejarme de ti para crecer y ser lo que soy ahora. Sigues siendo un mercader de la pantalla chica, basada en la burla y la vulgaridad". Así aplasta al lodo mediático que abunda en la pantalla chica. 

- "Si quieres que hablemos en español, ¿para qué nos llevaste a vivir a EUA? Criticas a EUA, pero vas a recibir un premio de ellos. Muero de ganas por escuchar tu discurso de agradecimiento". Cuando le reclama el hijo. 

- "Este (EUA) es mi hogar porque llevo viviendo acá 15 años y pago mis impuestos". Cuando le reclama en Migración al mexicano naturalizado estadounidense. 

-"No hay una estatua tuya en ninguno de los 2 países (México y España)", al dialogar con el genocida ibérico Hernán Cortés sobre una pila de cadáveres en el zócalo temas históricos derivados de la colonización.

Es fuerte la escena donde la gente comienza a "desmayarse", caída en las aceras, una tras otra, como ejemplo de la debacle social que nos dejaron décadas de violencia: "estoy desaparecida". 

La masa que acude a las salas cinematográficas (más bien convertidas en gigantescas dulcerías), no necesariamente amante del cine de arte, tendrá problemas para entender algunas referencias históricas porque no leen, no tienen libros en la casa y no sabrán si Octavio Paz fue un escritor mexicano, un delantero del Real Madrid o un reguetonero más. 

Es una película buena a secas, pero por momentos se vuelve extremadamente densa y empalagosa con escenas tan surreales que hasta al propio Dalí se le complicaría entender como la escena de los ajolotes en el metro de Los Ángeles o la charla en el desierto con familiares fallecides.  

Me siguen gustando más "The revenant", "Amores perros", "Babel", "21 gramos" o "Biutiful". También creo que es mejor que "Birdman", la cual está extravalorada. 

159 minutos filmados en México en 2021. Protagonizada por Daniel Giménez Cacho. 

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