The eagle huntress - La cazadora de águilas

La película que fui a ver se llama "La cazadora de águilas" y tiene un buen mensaje sobre la superación personal de Aisholpan, una niña de la etnia kazaja. Si bien los kazajos habitan predominantemente Kazajistán, la historia se lleva a cabo en la vecina Mongolia también con un buen componente poblacional de kazajos. Por eso aparece tantas veces la bandera mongola.



A sus 13 años, Aisholpan estudia en un pueblo cercano en un entorno escolar muy fraterno, con compañeras que conoce de años atrás. La escuela es una especie de semi-internado porque el papá va por ella en una moto desde las estepas después de varios días de estudio. Sí, las estepas, al pie de las montañas Altái, donde vive su familia al estilo nómada, en tiendas desmontables que van trasladando a otras ubicaciones según las condiciones climatológicas.

Debido a la notoria influencia islámica, se escucha mucho la palabra "Ála" (acentuada en la primera sílaba) para referirse a Dios, y "Salaam walaikum" para saludarse. El patriarcado es MUY fuerte en esa zona del mundo, por lo que los ancianos de la comunidad ven mal que una niña pretenda ser cazadora de águilas. Empero, el padre de Aisholpan persiste y le enseña las mejores técnicas para cazar aguiluchos que aún no saben volar y que a sus 3 meses de edad siguen en el nido. Es muy emocionante y arriesgada la manera que tienen de atraparlos: sin guantes, sin cascos, sin rodilleras.

Me puse a pensar en el concepto de cacería a lo largo de la civilización humana. Inicialmente, la cacería tenía el fin de proveer alimentos con una amplia base proteica. No se cazaba por el ego de tener un trofeo como hacen los Borbones actualmente, sino para sobrevivir: tener un abrigo de zorro útil en esas tremendas nevadas, llevar alimento a la familia, domesticar animales que alguna vez fueron salvajes. Y es en esta especie de documental como se demuestra que algunas comunidades en todo el mundo siguen practicando sus costumbres milenarias, luchando contra la modernidad. Esta también aparece en la película porque los niños usan abrigos y camperas como las que usamos en Occidente.

Aisholpan aprende bien las técnicas heredadas de generación en generación para cazar un águila y luego cazar animales con ella. Es un homenaje a la vida porque no toman más de la naturaleza que aquello que necesitan. A pesar de la nueva falta de apoyo de los patriarcas, la niña también se anima a participar en un concurso de Caza con Águilas, el cual gana con buenas marcas de puntos y tiempos. No obstante sus triunfos son contundentes, los ancianos siguen siendo escépticos porque una "invasora" osó derrotarlos en su campo milenariamente dominado por varones.

¿Acaso no tenemos hijas/hermanas/sobrinas a las que algún compañero del kínder o guardería les ha dicho "tú no sabes porque eres niña"?

¿La fotografía? ¡Uff! Espectacular: montañas nevadas, ríos congelados, zorros y caballos corriendo en la nieve, imágenes de cielos surcados por nubes a toda velocidad. ¿Por qué todo mundo se va a París? Habría que hacer turismo en otro tipo de lugares.

El filme está muy bien musicalizado, pues esa es una característica que añade más sabor al cine. Al final se escucha una melodía en inglés con una cantante parecida a ¿Enya?. Mientras aparecían los créditos, la canción repetía "You can do everything, everything" = "Puedes hacer cualquier cosa, cualquier cosa".

El director es el inglés Otto Bell. Le asigno unas 4.5 palomitas de 5 posibles a esta película del 2016. Aisholpan, la niña de la película, se llama así en la vida verdadera.

Fue un día maravilloso. Gracias, porque películas con temas tan sensibles nos dan más fuerza para vivir, nos infunden valor ante la adversidad y refuerzan las tradiciones de nuestros pueblos y el amor familiar.

Como era lunes, hubo poca gente en la sala. Me sorprendió mucho ver a un mujer con su hija en un momento en el que el ciclo escolar está activo en México. De hecho, era la única menor de edad en el complejo cinematográfico a esa hora. Tendría como 6 años. Le preguntó a su mamá "¿Viste como la niña le ganaba a los hombres?". Me metí en la conversación: "¿Sabes lo que dice esa canción en inglés?". Como apenada, porque un extraño se introdujo al intercambio con su madre, me contestó con voz bajita: "No". Le dije: "Significa que puedes hacer cualquier cosa, lograrlo todo". Sonrió un poquito. En un mundo como este donde hay tanta maldad, a veces Dios se asoma para irradiar algo de gloria a criaturas como esa nena mexicana que absorbió bien el mensaje de esta hermosa película. Ojalá nunca se deje avasallar por nadie.

Por si fuese poco, en la librería de la cineteca me topé con otra caricia del alma, con otra sudamericana de esas que dijeron "Yo sí puedo", "Yo creo en mí misma", "Nadie recorta mis anhelos ni los de mi pueblo": Juana Azurduy.

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