La biblia del yoga
Originalmente titulado "The Yoga Bible", este libro es fantástico para los principiantes del yoga porque sus ilustraciones son de lo mejor. Nos va llevando desde las posturas más sencillas, flexiones básicas, hasta llegar a los asanas más complejos.
El diseño es muy agradable en cuanto a la letra y su tamaño, los colores de los cuadros explicativos y el glosario al final. La autora, Christina Brown, hizo bien en titular el libro como "La biblia del yoga", pues tan vasto acopio de ejercicios nos ayuda a ser más flexibles conforme practicamos estas posturas milenarias. No podía ser de otra forma: ¡en la India no tenían celulares ni consolas de videojuegos, así que recurrieron al yoga como relajación y cura para algunos achaques.
Por si fuese poco, encontrarán técnicas de meditación como la de mirar la vela o la limpieza de nariz. Los nombres de las posturas vienen en hindi y en español. Inicié con prácticas de 15 minutos que, conforme fui haciéndome más flexible, se prolongaron hasta una hora, acelerando mi frecuencia cardíaca. Me recuerda también a mi madre, ya que fue la primera persona cercana a quien vi practicar yoga con avances significativos hace años.
Habiéndolo acabado de leer, es desde ahora, como la dice la portada, una guía esencial de las posturas de yoga a realizar por las mañanas o por las tardes lluviosas.
Le asigno 5 estrellas de 5 posibles.
Autora: Christina Brown.
Traductora: Nora Steinbrun
Páginas: 400
Primera edición, julio de 2011
El diseño es muy agradable en cuanto a la letra y su tamaño, los colores de los cuadros explicativos y el glosario al final. La autora, Christina Brown, hizo bien en titular el libro como "La biblia del yoga", pues tan vasto acopio de ejercicios nos ayuda a ser más flexibles conforme practicamos estas posturas milenarias. No podía ser de otra forma: ¡en la India no tenían celulares ni consolas de videojuegos, así que recurrieron al yoga como relajación y cura para algunos achaques.
Por si fuese poco, encontrarán técnicas de meditación como la de mirar la vela o la limpieza de nariz. Los nombres de las posturas vienen en hindi y en español. Inicié con prácticas de 15 minutos que, conforme fui haciéndome más flexible, se prolongaron hasta una hora, acelerando mi frecuencia cardíaca. Me recuerda también a mi madre, ya que fue la primera persona cercana a quien vi practicar yoga con avances significativos hace años.
Habiéndolo acabado de leer, es desde ahora, como la dice la portada, una guía esencial de las posturas de yoga a realizar por las mañanas o por las tardes lluviosas.
Le asigno 5 estrellas de 5 posibles.
Autora: Christina Brown.
Traductora: Nora Steinbrun
Páginas: 400
Primera edición, julio de 2011
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